domingo, 13 de enero de 2013

Entrefacto: En el Castillo de Fersmoth...

"Wake to see, your true emancipation is a fantasy
Policies have risen up and overcome the brave
Greatness dies, unsung and lost invisible to history
Embedded spies, brainwashing our children to be mean

You don´t have long
I am to you
The time, it has come to destroy
Your Supremacy"

-Supremacy, Muse.

La furia de Fersmoth se había reflejado en las Tierras Negras como la luna en un lago.
Las calles estaban desiertas, las cortinas de las casas cerradas, seguros puestos.
El silencio era tal que se podía escuchar el viento moviendo los carteles de "Se busca" que rebalsaban en las calles.

Suspirando, Cydak apresuró el paso, reprimiendo un estremecimiento al ver las horcas con los cuerpos inocentes colgando de ellas, desfigurados.

Se tapó la nariz. Éstos días todo podía llevarte a la horca, prueba de ello era el inquietante cadáver de una niñita que se había acercado demasiado al Castillo tratando de recuperar su muñeca de trapo.

Y él, Cydak Hill, el mejor cazador de las Tierras Negras y sobrino lejano de la difunta esposa del Emperador, podía unírseles si no tenía precaución.

Uno de los guardas de Fersmoth había llegado a su casa esa mañana, con la estricta orden de que Cydak se presentase al Castillo al mediodía.

Se pasó una mano por su cabello castaño claro, que había agarrado con una tira de cuero esa mañana. Se había puesto sus mejores ropas, hubiera sido el colmo morir por falta de etiqueta.

Mientras la espeluznante forma del Castillo entraba en su campo de visión, Cydak se preguntó por enésima vez para qué lo querría el Emperador.

¿Tendría que ver con la cacería? ¿O sólo quería una víctima más?

Tomó aire y se paró frente a los guardias de la puerta del Castillo.

-Me ha llamado el Emperador.-dijo.

Los guardias asintieron secamente, tan sincronizados que un estremecimiento recorrió la espalda de Cydak.
Lo guiaron dentro del Castillo y a través de los mismos pasillos por los que Zoe, Stan y Zhack habían huído hacía no mucho tiempo. Al final, llegaron al Salón del Trono.

El piso de mármol tenía un diseño que recordaba a un tablero de ajedrez, sólo que en los cuadros blancos había manchas rojas semejantes a sangre.

Fersmoth estaba sentado en un trono de plata y oro incrustado con rubíes. No dignó a Cydak con una bienvenida, sus ojos negros,-tan oscuros como su alma- parecían atravesar los ojos verde bosque de Cydak, descubriendo sus más profundos secretos.

Cydak hizo una reverencia.

-Mi Emperador-saludó.

Su voz resonó por la estancia por unos segundos. Tragó saliva.

-Eres el mejor cazador de éstas Tierras, ¿cierto?-respondió Fersmoth al fin.

Con el corazón latiendo a mil por hora, Cydak asintió. Había hecho bien al "camuflar" su cinturón, si no, la piedra verde definitivamente llamaría la atención del Jefe.

Seguro que los bosques en su interior se agitaban tanto como el propio Cydak.

-Estarías dispuesto-continuó Fersmoth- ¿a hacerme una importante tarea?

-Sí, su Supremacía.

-Bien.-Fersmoth parecía complacido.- Quiero que busques a mis tres fugitivos y los traigas a casa. Vivos.
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Añadiré a Cydak a la página de personajes en cuanto pueda. Y el dibujo es- obviamente- de Fersmoth con su sonrisa malvada. Lo dibujé un tanto a la rápida así que es sólo un boceto XD
Además es la primera vez que dibujo a uno de mis personajes, jaja.

-Pao

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