jueves, 8 de enero de 2015

Caótica Sinfonía, Quinto Movimiento: Mejorar.



“Hacemos berrinches como fiestas
No estamos felices hasta que todos saben que estamos enfermos
Y es justo así que nos gusta
Hemos sufrido suficiente, correcto, lo ganamos
No le digas a los otros pero todo se está poniendo viejo
Digo ¿cuántas veces más contaremos nuestras historias?
Y ser solitario sólo es divertido en grupo
Como que pierde su encanto cuando es verdad.
Lo decía en serio cuando dije quiero mejorar, quiero mejorar
El resto de ustedes están tan contentos
Sigan donde están pero duele como el infierno.”
-Get Well, Icon For Hire.

-Shh, shh, shh, está bien, está bien…-murmuraba la mujer, acunando la cabeza de su esposo en su pecho.
-Está bien está bien está bien…
-No no no lo está-el hombre era un desorden borboteando palabras, sollozando, apenas gritando, y ella acariciaba su oscura melena como si fuera lo único que lo importara-. No lo está los dejamos no lo está-
La vida parecía haber huido de la sala. Un pequeño apartamento, amueblado metódicamente y sin sentimiento alguno de comodidad, sucio, cubierto en telarañas; la cocina explotando con platos sucios y charcos de diversa procedencia. El olor era seco, más polvo que aire, y la luz desaparecida en combate de la escena.
Bram observó a la pareja, ardiendo en rencor y dolor y desprecio todo a una sola vez, ¿porqué tenía que poseer una conciencia? Y una conciencia llamada Mai que superaba a cualquier otra conciencia.
Si no fuera por que a Mai le gustaría que lo hiciera, él jamás habría acudido a ellos.
-¡La despreciamos!-chillaba el hombre, su respiración salvaje-. ¡Lo elegimos a él cuando pudimos haberlos obligado a traer a los dos!
-¿De verdad crees que con ella nos hubiera ido mejor?-cuestionó ella, alzando su alguna vez clara mirada al cielo-. ¡Se quieren más de lo que alguna vez nos quisieron a nosotros! Somos fantasmas, no hicimos nada…
-No hicimos nada…-concordó el hombre.
No hicimos nada no hicimos nada no hicimos nada
-Sara.-llamó Bram con sequedad, cada célula en su cuerpo detestándola.
“-¿Cómo pudieron dejarla?
-¡Te salvamos de morir! ¿No estás agradecido?
-¡¿Cómo puedo estar agradecido si ahora no tengo nada?!”
Su rubia cabeza se alzó de golpe, todavía murmurando distraídos “Shh”s a su amado, a su adorado, a lo único que le importa en el mundo, más que sus propios hijos.
-Bram.-susurró, posando en él su sucia mirada.
Sucia.
Sucia como ella, sucia como su alma, alguna vez fue clara pero ahora no es nada más que sucia y contaminada.
Mientras, él seguía murmurando.
-Mírala Sara mírala nos odia, mírala no nos ama porqué no nos ama-
-Shh. Bram.-su voz se deshizo en notas suaves que su hijo juzga como falsas, completamente falsas-. Has venido a vernos. Has venido, has venido-
-No he venido a verlos.
Su cara se descompone, su blanca y dura cara eslava se deshace como la de una niña desilusionada.
-¿No?
-Ella viene. Zoe viene.
-Zoe.-la oscura cabeza del hombre se alzó como la de un perro al oler comida-. Zoe Zoe Zoe dónde está Zoe
-¡Zoe viene!-una enorme sonrisa iluminó la descuidada cara de ella, que prácticamente ronroneaba en sorpresa-. Zoe viene Zoe viene a vernos Zoe viene a salvarnos-
-No.-la voz de Bram es dura, dura como él, dura como el hierro.-Ella no viene por ustedes. Ella viene por sí misma. (Y por mí, piensa, por mí y por ella)
-¿No viene?-voz de niña, la suya, y es que, ¿alguna vez fue madura?
-¿No?-voz de niño la de él, porque perdió la cordura.
-Viene.-dijo Bram por última vez.-Viene, pero no por ustedes.

Y cierra la puerta.

1 comentario:

  1. Imagino que ellos seran los padre y waoo, esto se pone cada vez mejor!
    Besos♥

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