“Dile a los puercos que lo lograremos con vida,
Hay una nota
En las páginas de un libro,
Así que duerme esta noche
Dormiremos sin sueños esta noche
Cuando despertemos, sabremos que todo está bien.
Cántame
Sobre el fin del mundo, el fin de estos martillos y agujas
Para ti
Agárrate al mundo por el que todos recordamos pelear,
Hay algo de fuerza en nosotros todavía.
Agárrate al mundo por el que todos recordamos morir,
Hay algo de esperanza en nosotros todavía.”
-Arise, Flyleaf.
-Zoe.
-Psst.
-¡Zoe!
Zoe giró de la nada, medio dormida,
alzando el brazo en un flash para golpear a quien fuera que se atreviera a
desperatarla-y no golpeó. Su brazo fue detenido por una mano, su mano, y su mente embotada reconoció
las notas de urgencia en la voz de Zhack al despertarla.
-No hagas ruido.-susurró este-. Creo que
alguien nos está viendo.
Ella se levantó, completamente despierta
ahora, y lo miró directamente a los ojos con la esperanza de usar el emet a su favor.
“¿Qué sucede?” pensó, poniendo todas sus fuerzas
en mandar el mensaje.
“Escuché
un movimiento. Cuando miré, una sombra negra pareció correr. No encuentro a
nadie.”
Zoe asintió, silenciosa.
“Vamos.”
Pero era demasiado tarde.
La luz del sol apenas avanzaba en la
oscuridad, y el resto del grupo estaba profundamente dormido en extrañas
posiciones, y antes que Zoe o Zhack pudieran hacer algo-
-una flecha.
En el centro del campo.
Y el viento se alzó como un tornado,
encerrándolos en el claro como si este fuera el ojo de la tormenta, robándoles
el aire y dificultando sus respiraciones.
-¿Qué?
-Uuugh-
-¿Qué rayos está sucediendo?
-¡¿Acaso todo el mundo nos va a
atacar?!-exclamó Zoe, molesta. Lanzó una llamarada al tornado, sólo para lograr
que este se prendiera en llamas.
-No, espera.-Zhack le tomó las manos y apuntó
a un lugar frente a ellos-. Ayúdame.
Le guiñó un ojo, y entonces disparó un
rayo. Zoe captó de inmediato y lo prendió en llamas.
Boom.
El tornado paró.
-Bueno qué-
-¿Quién está ahí?-Stan fue el único
suficientemente despierto para apuntar con un arma a todas partes.
-Guau, hombre, eso no era necesario.-el
polvo y la arena dejaron de flotar para revelar a una joven mujer parada justo
frente a ellos, su voz con un extraño acento al usar el whitelander.
Zoe se frotó los ojos, preguntándose si
estaba alucinando. La mujer no podía tener más de veinticinco años y era
extremadamente pequeña, tan pequeña que abrumaba, con un tono de piel morena que
jamás había visto, y lo mejor: una extraña bufanda negra con estampado de
estrellas cubriendo su cabello, su cuello, y sus hombros.
¿Cómo se llamaba? Hi… hi…-intentó
recordar con todas sus fuerzas-. ¡Hijab!
Hijab, lo que las mujeres musulmanas usaban para cubrirse.
Dios mío.
-En fin, ¡ya era hora de que
despertaran!-la extraña mujer se sacudió el polvo de las ropas. Zoe notó
emocionada que no vestía ni de blanco ni de negro-. Llévenme a su líder, no
esperen tengo una mejor, he venido por ustedes-
-¿Quién eres tú?-Stan sonaba como si
alguien lo hubiera golpeado en el estómago.
Su sobrina lo miró, notando con sorpresa
que miraba a la mujer como si de la nada hubiera amanecido en su oscuro y frío
mundo. Intentó no sonreír.
-Ah, cierto, no me conocen.-la mujer los
saludó alegremente con la mano, sus ojos multicolor brillando-. Mi nombre es
Silah Hussain, soy la enviada de las Tierras de las Sombras para recogerlos-
-Espera, ¿qué?-Chainne parecía haberse
espabilado finalmente.
-Qué, ¿creían que todos han llegado allá
por barco? Nope, sabemos cuando alguien viene, ¡y me enviaron a mí por ustedes!
Ahora, sus nombres por favor.
-Uh, sí…-dijo Stan, sonando sin aire-. Yo
soy Stan Brook, él es Zhack sin Apellido-
La mu-Silah miró a Zhack con
desconfianza.
-Por lo que sé, sólo la realeza no tiene
apellidos…
-Entonces tendré que buscarme uno.-dijo
el susodicho.
Ella pareció aprovar su respuesta, y
volteó a mirar a Stan para que continuara.
-… él es Cydak Hill, ella es Chainne
ParaMount, y ella Zoe Brook, mi sobrina.
Silah sonrió emocionada.
-¡¿Sobrina?! Ya Allah, ¡no puedo esperar
a que llegemos! Síganme.-se giró ágilmente, saltando al caminar.
Ninguno de ellos había visto alguna vez a
una persona tan alegre en sus vidas.
Zoe se golpeó a sí misma mentalmente.
-¿Cómo sabemos que eres confiable?
-No lo pueden saber, podría estar
planeando la destrucción del mundo, ¿no crees, Zaria?
Como un golpe en el estómago.
Zaria.
Como si no pudiera respirar.
Me llamó Zaria.
Como si su corazón dejara de latir.
Sólo Bram me llamaba Zaria.
-Vamos.-respiró Zoe finalmente, siguiendo
a Silah. Sus manos estaban heladas, toda ella estaba helada, toda ella estaba
aterradamente esperanzada.
Me llamó Zaria.
Ohhhh, por un momento pensé que Zoe ya la conocía... uh, sigo leyendo♥
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